El informe anual sobre el estado del clima europeo, en el que se examina la variabilidad climática de 2021 en Europa y en el mundo, destaca las alta temperaturas de la época estival y las graves inundaciones en el oeste de Europa y condiciones de sequedad en el Mediterráneo.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo —que depende de la Comisión Europea—, ha publicado hoy su reporte sobre el Estado Europeo del Clima 2021 (ESOTC 2021).
Desde una perspectiva global, los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia. El 2021 en concreto ha sido uno de los más fríos dentro de la serie; la temperatura media de la superficie del mar en 2021 fue entre sexta y la séptima más cálida desde 1850.
El informe también alerta de la subida del nivel del mar, con una variación de nueve centímetros en todo el mundo. En el caso de Europa, el pasado año tuvo grandes variaciones, con una prolongada ola de calor y temperaturas récord de la superficie del mar, así como gran incidencia de incendios forestales, inundaciones y velocidades del viento inusualmente bajas en algunas regiones del continente.
Un año de contrastes en Europa
Según el trabajo, la primavera pasada fue más fría que la media, y en algunas partes del continente se produjo un inicio temprano de la primavera, seguido de una helada tardía que afectó a la agricultura.
En cambio, este pasado verano “ha sido el más cálido en Europa desde que hay registros, con hasta 1 ºC por encima de la media”, alerta Freja Vamborg, científica del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, que añade que en la zona del Báltico, durante junio y julio, “la temperatura de la superficie del mar estuvo hasta 5ºC por encima de lo normal”.
Los registros anuales de la velocidad del viento en la parte occidental y central del continente fueron los más bajos desde, al menos, 1979, un hecho que cobra relevancia en la producción de energía renovable de origen eólico.
Altas temperaturas en la región mediterránea
La zona del Mediterráneo experimentó un verano inusualmente cálido, con una ola de calor en la que se batieron registros de temperatura tanto en España como en Europa (con 47 ºC y 48,8 ºC respectivamente).
En partes de Italia, Grecia y Turquía, la ola de calor se mantuvo durante dos y tres semanas, y las condiciones de sequía dieron pie a una serie de incendios en estas zonas que afectaron a más de 800.000 hectáreas en total.
Por contra, un sistema de bajas presiones afectó durante el verano a la zona central del continente, y a mediados de julio del año pasado, se observaron lluvias torrenciales que provocaron grandes inundaciones en zonas de Alemania y Bélgica.
Temperatura media en Europa para periodos de 60 meses, en relación con la media de 1991-2020 (eje de la izquierda) y como incremento sobre el nivel de 1850-1900 (eje de la derecha). / C3S | ECMWF
Las emisiones globales continúan en ascenso
En 2021, las concentraciones mundiales de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) siguieron con una tendencia ascendente, especialmente en el caso del segundo. Las estimaciones realizadas a partir de los datos satelitales muestran que las concentraciones de CO2 han aumentado unas 2,3 ppm y las de CH4 unas 16,5 ppm de media.
Concentraciones atmosféricas mensuales de dióxido de carbono y metano. Los datos proceden de mediciones por satélite y se promedian en toda la columna atmosférica. / C3S | CAMS | Universidad de Bremen | SRON
En este sentido, las restricciones de movilidad producto de la pandemia por covid-19 no han afectado a la tendencia al alza, porque lo que refleja el informe “es un efecto acumulativo que tiene en cuenta los últimos 100 años”, explica Vicent-Henri Peuch, director del Servicio de Monitorización Atmosférica del programa Copernicus.
El informe resalta que, aunque 2021 no fue un año récord de calor ni en Europa ni en el mundo, “el continente europeo se ha calentado unos 2 °C desde la era preindustrial y el mundo entre 1,1 y 1,2 °C”, concluye Vamborg.
Fuente: Agencia SINC